Y sin embargo sonreís...

A veeer! le hundimos la nariz un poquito! con el pedazo de madera...
apretamos de a poco sus tímpanos con las agujas de tejer de su madre...
tapemos su boca con una piedra de sal... lo suficientemente grande como para que llegue a su nariz... pero, que no se escape nada ehh, ni un poquito...
y, a sus ojos?... a sus ojos bañémoslos en alcohol, los enterremos con un picahielo... que corra sangre por sus mejillas... jutémosla con su lengua, seca de la sal... ampollada...
unas pinzas para sus uñas... levántalas así... un par de tendones cortados, no vendrían mal...
y para terminar... que no diga nada la señora! Que lo diga todo! Queremos saber qué tiene para decir!
Yo creo que quiere un cuchillo... un cuchillo, sólo un cuchillo...